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martes, 6 de marzo de 2018

Inversionistas ‘saborean’ el boom agropecuario en la Bolsa mexicana

Bimbo, Bachoco y Gruma son de las pocas dedicadas al sector de alimentos o crianza de animales que cotizan en la Bolsa y registran altos rendimientos.
El sector agropecuario en México se está elevando de la pista: sus exportaciones rompieron récord en el último año y la balanza comercial muestra un superávit creciente desde 2015. Mientras tanto, en el mercado bursátil, los inversionistas han tomado las opciones disponibles para obtener un beneficio de este auge.
Son pocas las alternativas, no hay más que una decena de emisoras en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) cuyos beneficios dependen directamente de las cosechas o de la cría de ganado y aves. Aún así, las ganancias registradas en los títulos bursátiles de estas firmas en los últimos cinco años reflejan que hay un interés cada vez más fuerte y la perspectiva en todos los casos es positiva.

Una de las emisoras más visibles es Gruma, la mayor compañía a nivel global en producción de harina de maíz y tortillas y cuyas acciones han obtenido rendimientos promedio anuales de poco más de 30 por ciento en los últimos cinco años. Con su posición de liderazgo, al acaparar un 74 por ciento de participación de mercado en México, la compañía se ubica como un jugador relevante en el mercado del maíz, su principal insumo.
De acuerdo con analistas consultados por Bloomberg, la perspectiva para las acciones de la compañía es positiva, a pesar de una desaceleración en su ritmo de ventas. De 17 especialistas, 11 recomiendan comprar la acción, cinco la ubican en mantener y sólo uno recomienda la venta. En promedio, la previsión es que sus acciones tengan un retorno de 32 por ciento en 12 meses.
“La compañía seguirá beneficiándose en el largo plazo de una mayor penetración de harina de maíz en la producción de tortillas en México, así como de una población hispana creciente en Estados Unidos”, comentó Martín Lara, analista de Casa de Bolsa Interacciones, que da seguimiento a esta acción.
“La empresa tiene una estructura financiera sólida y una alta generación de efectivo, por lo que creemos que la compañía seguirá expandiéndose”, agregó Lara.
Otra jugadora relevante del mercado agropecuario mexicano es Bachoco, la líder en la industria avícola del país y una de las 10 más grandes a nivel mundial. Sus títulos ganaron 181 por ciento en el último lustro y la previsión es que gane cerca de un 20 por ciento en este año.
Sus principales productos son el pollo y el huevo, pero también produce cerdo y derivados de pavo y res. Su estrategia de crecimiento incluso ha superado a la de sus rivales brasileñas, las cuales han dominado el mercado latinoamericano por los últimos 10 años. Su bursatilidad también ha mejorado. Al cierre de 2017, las acciones de Bachoco se negociaron más de cuatro veces el volumen que se operaba en 2010.
30 por ciento
Es el rendimiento promedio anual de Gruma, gigante de la tortilla
“Tenemos una evaluación positiva sobre Bachoco, ante una valuación atractiva, un entorno industrial decente y el sólido potencial a largo plazo que vemos en el sector alimentario en México”, explicó en una nota de análisis Ulises Argote, analista de consumo de primera necesidad en JPMorgan. “Es una de las empresas que encajan de forma interesante en la dinámica macroeconómica de México”.
Con el cariño de siempre
En cuanto a capitalización de mercado, Grupo Bimbo es la emisora de alimentos más grande de la Bolsa Mexicana de Valores, con un valor en el mercado de 209 mil millones de pesos, y también es una de las compañías que juega un papel relevante para el sector agrícola, dado su nivel de consumo de trigo, huevo, azúcar y maíz, entre otros insumos.
16 por ciento
En promedio es la ganancia esperada en 2018 para las emisoras de alimentos.
Aunque sus acciones cayeron 7.4 por ciento el último año, su valor se elevó en promedio 16 por ciento en los ocho años previos, resultado de una estrategia de expansión internacional que elevó sus ingresos anuales a más de 260 mil millones de pesos y su margen de beneficio neto por arriba de 53 por ciento.
“En años como este, donde hay mucha incertidumbre y volatilidad, participar en un sector tan defensivo como éste hace bastante sentido”, explicó Miguel Tortolero, analista senior de alimentos y bebidas de GBM.


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